A Cindrella story.

Lo pensé horas, días. Decidí ir. Tenía mi 'coartada', toda la historia planeada. Me bañé, depilé, cambié y salí corriendo. Tenía que hacer de 'hermana mayor' como dijo, y no llegaba a tiempo. Caminaba rápido, pensando que mierda estaba haciendo. Pero ya no me podía volver, estaba más cerca de su casa que de la mía. Toco el timbre. Paso. Le pregunto al portero como llegar al departamento. Estaba completamente perida, física y mentalmente. No sabía donde estaba, ni que hacía. Había cometido una locura. Subo al ascensor. Apreté el botón 8. Eterna la subida. Bajo. Toco la puerta. Me abre la gorda. Y ahí estaba. Pensé en lo que me dijo Luciana 'Te va a temblar todo'. Pero no era así, en ese momento tenía una calma que dos minutos antes no. Solos. Una casa completamente blanca, como las que me gustan. Fotos por todos lados, como siempre quise. Estábamos divertidas, realmente me sentía bien, cómoda. Y la puerta se abre 'Hola Amandita'. Yo la peinaba a la gorda, todavía tenía la calma que tenía temprano. 'Hola Pili' y un besito. Parecía tan normal. Miraba en silencio, con admiración, escuchaba. Hacía comentarios. Me estaba divirtiendo. Nos da unas fotocopias que había que corregir, la oración para la fiesta de la noche. 'Señor...' le dije, señalando esa palabra en el texto. 'No, Seño no, Julita' Levanté la cabeza 'Dije señor' 'Ah' Como nos reímos. Se está quedando medio sorda. Nos sentamos a comer, mesa redonda, quedo sin intención alguna al lado suyo. Dos bocados probamos con la gorda, culpa de los aparatos. 'Yo me voy a poner uno de esos' dijo. Va y se pone la bikini. Por Dion, si que necesita ponerse aparatos, hacer dieta, ir al gimnasio y visitar al que te hace las lipos. 'Obesa está tu mamá' Tenía unas ganas de gritar si! Pero, incluso excesivamente rolluda, la quiero igual. Preparamos las cosas para el club, más acelerada es. Todo al mismo tiempo quiere hacer. Me resultaba tan familiar, agotada estaba y quería acomodar todo, bajar el perro. Todo. 'Soy un perro gay. Soy un perro gay. Pero mi mamá me ama, verdad?' Era demasiado para mi. Las dos en cuclillas en el piso, acariciando a su perro gay, y le hablaba con esa voz tonta que todos ponemos a hablar con perros. Me moría de ternura. Y siguieron las francesitas. Salimos al balcón, los del Guillermina, haciendo lio en la calle. Las tres apoyadas en la baranda, mirando para abajo. Criticábamos de lo lindo. Y ahí dijo lo de la 'Hermana Josefina'. Sorda y ciega, dijimos. Seguíamos criticando, en medio de las risas. Me trató de sacar una espina del dedo y no veía dos pedos. Más ciega, dijimos de nuevo. Bajamos en el ascensor, y ahí estaba, esa camioneta... 'Pilaaaar' Subimos 'Vos no eras la amiga de la ... como era?' Fue rarísimo. Pero el hombre al que antes odiaba y admito, al que le tenía miedo, me terminó agradando. 'Chau Piluchi' Más tierno, más falso. El club, ah el club! El sol, ah el sol! Me sentía muy bien. Y ahí estábamos en el agua, y se ponía atrás mio para ver como le hacía la trenza cocida a la gorda. Y se durmió en el borde de la pileta, más tierna! Nos ponía bronceador en la espalda, nos hablaba en plural. Re tierna. Salimos del club, como nos reímos con ‘Preciosa, a donde querés que te lleve?’ Y volvemos a la casa, prepara la merienda. Cuando me estaba sentando en la mesa le digo ‘Ehh… no le pusiste azúcar verdad?’ ‘Si. Que la tomás sin azúcar?’ ‘Eh, si’ ‘Va a estar rica’ ‘No’ Parecía una nena caprichosa, pero era graciosísimo pelearle y verle su cara de preocupación. ‘Está hecha con amor, va a estar rica’ Empiezo a tomar y le hago cara de asco, mi vida estaba por hacer otra pero le dije que no y terminé tomando su asquerosa leche con azúcar. Y se entró a bañar. Cruzársela envuelta en toalla por la casa es demasiado en un solo día. Me puse a ver las fotos que había. El casamiento, re tiernos. Pero hubo una que me paró el corazón. Siempre odié ver fotos de Celine en una cierta época y acordarme de ella, pero ver una foto de ella y acordarme de Celine? Me arrepentía toda la vida de haber cambiado de celular y tener uno sin cámara. Pero agradezco tener memoria fotográfica, esa imagen no me olvido más. Enrealidad ninguna, porque después las tres frente al espejo pintándonos, peinándonos. Mi vida, su camisón blanco. Más tierna. La gorda se fue del cuarto y ella se secaba el pelo, yo solo me dedicaba a mirar la tele. 'Mirá esa luna Pilar' y me acerqué a ella, 'No veo' Y se corrió para que me acercara. Sentaditas en el borde de la cama, con el viento del secador de pelo 'Hermosa' 'Todas las noches me alumbra y parece que es de día' 'Que lindo' 'Mañana vamos a arder, va a hacer un calor bárbaro. Venite al club con nosotras' 'Y después ‘Pili me acomodás las tiras?’ Increíble, cada minuto de esa tarde fue increíble. En el ascensor, ella con super tacos y la gorda de chatitas, pero igual las dos mas altas que yo. ‘Me siento un gnomo’ Las tres mirándonos en el espejo del ascensor. ‘Somos las tres hermosas’ y empezamos a hacer esas caras en el espejo de ‘me amo’ Y después en el auto, todo tranqui. ‘Pero cuando seas grande no me digas Tio, ni nada de esas cosas que me vuelven viejo’ ‘Bueno está bien, Tío, pasá ese tema, que Panamericano me tiene harta’ Y cambió de tema. Me empezó a agradar y me enferma. Llegamos a donde era la fiesta, todos riéndonos re felices, cantando en la camioneta. Y veo que había alguien que no quería que me viera llegar con ellas. Y yo ‘Gorda está la Mocha’ ‘Y que tiene?’ ‘Está la Carla tambien’ ‘Y?’ ‘La Carla!’ ‘Aaaaaaaaaaah!’ Me baje de la camioneta super rápido y me colgué del brazo de ella como si fuera una criatura ‘Esta la Carla’ ‘Y que tiene?’ ‘Como que que tiene?!’ ‘No te va a decir nada’ y asi fue no dijo nada. Y ahí desapareció, se fue a las mesas y nosotras poníamos las oraciones debajo de los centro de mesa. Pero la veía, era imposible no verla. En la mitad de la fiesta me la cruzo y me dice ‘Sabés cuanto costaba el día en el club? 30 pesos!’ ‘Y yo no lo pagué’ ‘Menos mal’ y se fue rindo. Y después le mande un mensaje inútil. Y nada más en toda la noche. Hasta que fueron la una y media y nos estábamos por ir, y como ella tenía mi bolso me acerqué a pedirselo. Fuimos a la mesa juntas, nos agachamos, estaba debajo de la mesa. ‘No tenías mi cámara?’ ‘Si si ya te la doy’ la saqué y se la di. Entonces me abrazo y dijo ‘Los abrazos no se piden Pili’ y  la abracé un poquito mas fuerte y me soltó. ‘Cuando quieras me avisás y nos vamos al club juntas si?’ ‘Gracias’ Ese gracias abarcaba muchas cosas, no era solamente por la invitación al club. Me abrazó de vuelta ‘De nada Pili’ y me besó la cabeza, como hacía años que no lo hacía. Y me fui caminando, hasta donde estaba Vale. Estaba contenta, tenía recuerdos únicos y era prácticamente un deseo muy secreto, hecho realidad. Pero se había terminado. Quería quedarme, pero tenía unas ganas de llorar impresionante.  Era una sensación rara en el pecho, rarísima. Eran las doce y era hora que Cenicienta volviera a la realidad.