I felt nothing.

Yo había dicho que te ibas a enojar. Lo sabía. No me viste, retabas criaturas inquietas. Gritaron mi nombre como si me hubieran leido la mente. Te diste vuelta y miraste para donde estabamos, pero había una criatura llorando que te daba explicaciones con la cara toda colorada. Se me estaba por escapar el corazón me quería ir, pero mi hermano no salía y los chicos me hablaban. Esperaba a Leo, los chicos se habían ido. Estabas ahí, a un metro de distancia. Un puto metro. Me miraste te sonreí. Esperaba que me sonrieras, que me guiñaras un ojo o que dijeras algo. Pero me viste sonreir, te diste la vuelta y seguiste con lo tuyo. Se me caía el mundo. Me fui caminando como un arbol sin raíces, me subí al auto y te vi por la ventanilla. Ahora si sonreías, pero esa sonrisa no iba para mi. Sentía un vacío enorme. Me acosté, te mandé un mensaje y me puse los auriculares. Me desperté dos horas después. Sin hambre, sin respuesta, con un vacío que me llenaba cualquier espacio libre. Y ahora te odio, pero me odio más a mi misma. Ahora te culpo, pero me culpo más a mi. Creí que iba a sentir un dolor inmenso, pero no sentía nada. Solo vacío.