Existe la posibilidad de que, a veces [por no decir siempre], lo idealices demasiado. Lo que pasa es que, quieramos o no, las mujeres tenemos una lista. Una cantidad indefinida de ítems en nuestra cabeza. Sí. Puede que estemos llenas de estereotipos, algunos hasta... un poco o mejor dicho, bastante crueles. Pero la lista está. Y a medida que pasan los años y los hombres, la lista crece y crece y crece. Entonces, así como una tarde de lluvia te planteás que tal vez tu Big se encuentre a tu lado, una noche primaveral, te preguntás si en realidad, Big... fue el que estuvo a tu lado, pero te dejo ir.
¿Qué pasaría si Big no es sumamente inteligente o increíblemente divertido? Quizás él te pueda llevar a un desfile de moda porque seguramente estaría igual de atento que vos, adulando los atuendo de Chanel o Manolo. Tal vez, él no sea de los que aprecien la esencia misma de una buena canción, sino de los que buscan una letra que los divierta o los ponga melancólicos o simplemente, los haga bailar. Él sería de los que pagan para ver un recital de alguna cantante comercial, contentísimo y sin la más mínima verguenza. De los que se compran ropa de marca y se cortan el pelo en peluquerías conocidas. Esa onda personal, ese estilo tan único, que uno piensa que se ve solamente en las Vogue de Francia. A decir verdad, Dios no le dio una gran hermosura. Sería él el que llegara a cocinar, ya que tiene más idea que una misma de como prender un horno. Él puede que a veces [y no tan a veces] tenga uno que otro error ortográfico y, puede que hasta sea fanático de las canciones más pegadizas y tontas que existen, pero... así y todo, sigue teniendo las suficientes características de tu lista cómo para que, al menos hoy, te preguntes si él puede llegar a ser tu Big.
Sí. Quizás él use cremas y productos para el pelo. Si quizás eso que hoy parece ser un amigo 10 puntos, es en realidad, una "amiga 10 puntos". Pero la cuestión está en que, pasan los meses, y él sigue ahí. Todavía no se inventó el tema del que ustedes dos no pudieran hablar. Él sabe que sos poco demostrativa y nunca pretendería que lo saludes diciéndole que lo extrañás o lo querés. Sabe de tus pasados problemas amorosos y jamás te atacaría con eso. Tiene ese don de hacerte confesar todo, lo que hasta a vos misma te da miedo pensar. Él odia a Tinelli y todas sus estupideces de programas y nunca lo miraría "porque no había nada en la tele". Es adicto a mirar fotos, chusma de gran ciudad y le encanta criticar, igual que a vos. Le gusta tu estilo, tu personalidad, cómo te queda el pelo suelto, ondeando al viento, y adora que uses zapatos tacos alto. Con él es con quién podés pasar de una conversación seriesísima cómo: el futuro, los planes de vida, las metas a cualquier otra cosa, como música, moda o simplemente la vida. Pueden hablar de lo que van a hacer cuando sean viejitos y de que cuales son los mejores zapatos del mundo. Él recuerda tu y su actual gusto por Shakira y así y todo, también ama los temas de Celine y los escucha cada tanto
Él cumple con un número altísimo de ítems de tu lista. Pero lo más importante es que, con él, podés ser vos misma. No hay ningún antifaz o rubor que te cubra. Con él, cara lavada y una sonrisa. Porque fue él quién estuvo en todos esos momentos en los que no estuvo nadie. El sabe esas cosas que lo hace tan pero tan Big. Sí. Hay que mirar las dos caras de la moneda. También existe "todo eso otro" que fue lo que lo hizo tan pero tan él y no Big. Y aunque las dos cosas pesen lo suficiente, esta noche te tira Big. Esta noche te tira creer que son los protagonistas de una telenovela con un "y vivieron felices por siempre" incluído. Tuvieron su primer encuentro en una clase, sus maripositas en la panza, tu indiferencia y tu rendición. Y hoy que todo ya parece dicho, sólo tenés que esperar por que al guionista no se le dé por cambios drásticos en el guión, ni cambio de personajes, ni mucho menos amnesias o arrepentimientos. Que haya pastel de boda y un "Fin" en letra cursiva. Celine Dion Handwriting, si me dieran a elegir...
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