30.12.10

A night to remember

No tenía nervios, no tenía emoción. Faltaba media hora y yo recíen volvía a casa. Me habían sacado los brackets, era lo más emocionante de todo y ya había pasado. Entré a bañarme y cuando salí me hicieron la típica cuenta regresiva familiar. 5, 4, 3, 2, 1. Me abraza mi papá, viene corriendo mi hermano y me abraza mi mamá y sentí el celular vibrar. Besos, mas abrazos mas besos. Volvió a vibrar el teléfono. Y cuando pude respirar lo saqué y vi que había mas de un nuevo mensaje recibido. Fui directamente al primero y casi me muero al ver el nombre ese. Bajé buscando más, pero ese era el primero, no había otro sin leer más abajo. "Muy felices 15! Que sean el comienzo de un camino lleno de felicidad junto a tus padres y hermano. Empieza una de las mejores etapas de la vida, disfruta a full cada momento. Un beso enorme, ..." Y como había firmado, me moría de ternura. 00.00! Muchos mas mensajitos, llamaditas. Después de unas horas de preparativos, terminé rindiendome. Apagué el teléfono y me acosté a dormir. Necesitaba descansar. Me despiertan dos minutos antes de que suene el despertador, diciendome que había un regalo. Lo primero que pensé me hizo saltar de la cama, cuando salí del cuarto sabía perfectamente de quien era. Me moría de ternura, me derretía a más no poder. Era una de esas cosas con las que toda chica sueña. Era una de esas cosas para agregarle a favor. Desayuné, salí. Un día atareado, llenos de saluditos especiales. Y yo que había jurado que no me pondría nerviosa, no podía tragar ni una miga de pan, se me revolvía el estómago. Me acosté, dormí no más de quince minutos y me levanté de nuevo. Un poco más tranquila creía, pero al instante los nervios volvieron. Entonces no encontré nada mejor que irme a la peluquería a un horario que yo consideraba excesivamente temprano. Pero salí a las dos horas y media, con el tiempo justo para cambiarme y pintarme. Me temblaba la sonrisa, a mis piernas le faltaban fuerza para esos pequeños tacos, tenía las manos más frías que de costumbre, pero un abrazo materno acompañado de un 'Estás hermosa' lo arregla todo. Auto, nervios, semáforos, calles que pasan, gente que pasa. Llegué, el abrazo mas especial de todos. Y al ratito,  llegó Vale, y para mi sorpresa cumplió su promesa llegando puntual. Ya me sentía mejor, cómoda. Esos comentarios que nos hacen sentir bien, especiales, lindas. No sé porqué tenía el teléfono en la mano. Y hablando con una de las lectoras de este blog [jajaja] llegó un mensaje "Tu amor llegó". Oh my God! Que hacía ahí? Invitado no estaba. Se acerca y saluda "Felicidades" Dion mio! Como hay gente que no tiene cara! Tantas veces habíamos hablado de esa noche, de como sería. Había prometido el vals, pero obviamente las cosas no eran así. No salió en el vals, pero bailó toda la noche. Esos momentos en los que sentía que no podía más, quería tirar todo. Nunca había soñado con esa noche, nunca la había esperado, no entendía por qué me importaba tanto. Y después el regalo de las chicas. La entrada del show de Celine, ese afiche con los colores que me gustan, y esa caja llena de golosinas que es culpable del estado de mi cutis. Pero más que nada quería ver su 'joda' abrí la bolsa y casi me muero. Eso no podía ser sacado en público. Pero juro que son lo máximo, tengo las mejores compañeras del mundo! La lluvia arruina muy rápido los peinados. Me voy al baño. me saqué todo y estaba por hacerme un rodete y la gorda dijo "Vas a perder el glamour" y Daiana se empezó a reir. Me hice un rodete tirante, alto, y puse la flor en su nuevo lugar. "Ella nunca pierde su glamour" le dijo Dai y me guiñó un ojo. Y volví a casa a las cinco de la mañana, había perdido casi todo el glamour, pero después de siete horas sobre esos zapatos que tanto amaba, tenía los pies destruidos. "Ay Diosito mio querido del alma" dije cuando salté el agua que había en el cordón. Dejamos todos los regalos en el piso y busqué uno desesperada, esa joda, tenía que ser probada. Y andaba por toda la casa a las cinco de la mañana, disfrazada de conejita. Cuando estás con tu mejor amiga, lo único que puede vencerte es el sueño. Después de dos horas probando regalos y muriendonos de risa tiradas en el piso, y asaltando la heladera, nos dejamos vencer y nos dormimos. No había sido como lo había soñado, porque nunca lo había hecho. No había sido lo que esperaba, porque no esperaba nada. A pesar de todo, había sido increíble, inolvidable.

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