2.12.10
Words made me feel bad.
Hacía de profesora de lengua pensando en si me odiaba tanto cuando no entendía como yo las odiaba a las dos que tenía sentadas ahí. Y de la nada me acordé de una vez que no entendía y no entendía y no entendía. Me explicó cinco veces, hasta tal punto que se terminó arrodillando al lado de mi banco. Sabía que tenía la mirada perdida y que el corazón me latía raro, sentía un vacío. Escuchaba las voces lejos, veía las cosas borrosas. Me senté, buscando sostén. No podía creer que me había olvidado completamente de eso. Y volví a la realidad de golpe, tratando de dejar para después ese recuerdo. Y entonces tenía que dictarles verbos, pero como les iba a corregir si no me los sé ni yo! Entonces agarré ese cuaderno y encontré los verbos en menos de dos segundos, ahí estaban, con una E de Excelente bien grande. Y las chicas terminaron sus ejercicios y se fueron, después de cuatro horas en las que me di cuenta que tengo menos paciencia de la que creía. Y entonces sentía que el cuaderno me llamaba, con un ringotne masoquista que era más seductor que cualquier hombre en el planeta. Lo agarré, me lo puse en las piernas y abrí en la primera hoja, cuando sabía perfectamente que era lo que me esperaba. Ahí estaba. Lo que tanto extrañaba ver, sentir. No podía creer que solo unas letras me pusieran así. Tenía unas ganas de llorar impresionante, de nuevo ese vacío. Pero no era cualquier letra, era su letra la que me miraba desde la hoja. Y ahí estaba, su nombre. Bajaba, subía, subía. Dios mio! Era demasiado para mi. Pasé de hoja, otra más y otra. Y entonces hubo una oración que me puso peor que el párrafo anterior. Ahí estaba, mi nombre escrito, por es letra que tanto amaba. Pasé de nuevo, incapaz de seguir mirando, y encontré miles de cosas más, pero ninguna como las dos primeras. Y entonces me sentí una deforme, por haberme puesto así por un cuaderno. Pero son tres años ya, tres años de extrañar así cada bendito día, tres años desde que las cosas cambiaron tanto. Pero llegué a la conclusión que jamás me conmovió lo que a todo el mundo conmueve, jamás me tocó lo que a todo el mundo toca. Jamás quise a las personas que la gente acostumbra a querer. Jamás me gustaron los cantantes que a la gente de mi edad le gusta. Sigo creyéndome una deforme, sigo creyendo que tengo una mutación. No me creo única, pero sí demasiado distinta. Solo conozco dos personas en este mundo, que son capaces de ponerse así por unas letras ... y odio ser una de ellas.
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Me encanto tu blog, quiero leerlo todo, esta noche seguro lo estaré haciendo
ResponderEliminarbesos
Dios, que difícil es ser como somos!...Yo también en cierta medida odio ser asi porque hay muchas cosas que las veo como defectos.
ResponderEliminarComo ya nada es raro en esto, sabes que hice lo mismo la vez pasada no?...jajaja no sé si te conté que vino la hija de una amiga de mi mamá a que le explique fisico-quimica porque rendia al otro día...y me puse a buscar la carpeta de quimica, pero como las tengo a todas juntas...encontre mis pruebas, su letra...otra vez.
PD: te juro que te debe sonar a una mentira o un invento, pero está de testigo mi muro del facebook, ahora te lo mando por msn.
L.