No estoy para nadie.

Tengo una masa de bollo en el lugar donde debería estar la materia gris con mis pensamientos e idas. No aguanto a nadie, Steph es la excepción. Paso una canción de Celine tras otra, sin dejar más de medio minuto cada una. No le contesto a nadie. El teléfono está tirado, después de haber roto la semana de silencio, sin respuesta, por lo que me siento una completa idiota. Siempre llego a la misma sensación: te odio. Y ese odio me impulsa a otra semana de silencio. Odio el rubio de mi cabeza. Odio entender las letras de Celine, odio no entender las otras. Odio el rubio de mi cabeza. No saber que hacer. La sensación de volver a ir al colegio. Odio la lluvia.
Odio esto.