1.10.11

I heart NY.


No soy Carrie, y esto no es Nueva York; pero también puedo sentir el cambio de estación. El aire se vuelve sofocado, hace calor. Y a diferencia de ella, no pongo colchas en la cama, sino que las voy sacando, de a una. Vamos una semana de primavera, dos horas de Octubre, y pareciera como si fuera Diciembre. Caluroso, sofocante, húmedo. El cambio de estación implica nuevas necesidades: nueva ropa, ventiladores, menos colchas, distintos colores de pinturas, hasta posiblemente distintos colores de blog. Pero apareció otra necesidad también: compañía. No puedo hacer como Carrie, levantar el teléfono y llamarte, preguntarte si también te sentís solo. Aunque siendo Viernes a la noche, dudo que me guste la respuesta que obtendría. No voy a ir a tu casa buscando matar la soledad, no vamos a comer pizza, ni bailar un 'clásico'. Eso no va a pasar. No va a haber paseos por el parque, ni besos apasionados, no vas a pronunciar ningún Nena. Eso no va a pasar. No va a pasar. No va a pasar. Lo repito una y otra vez, para que mi cerebro lo entienda, para que las neuronas borren el masoquismo de pensar en vos al ver los mejores capítulos de la historia. Para comprender que ya no estás y que no vas a estar, para comprender que Mr. Big no tiene ninguna relación con vos, que no sos él y yo no soy ella. Entender, que nunca debería haberte nombrado así, que nunca debería haber empezado a pensar en vos como mi Mr. Big. Pero entonces, el chat de facebook se pone en rojo, hay un mensaje nuevo. No es tuyo, nunca son tuyos. No sos vos el que me roba sonrisas, el que me levanta el ánimo, el que me dice cosas lindas, ni el que me hace 'feliz'. No sos vos, y tengo que entender que pasaron años desde la última vez que ocupaste ese lugar, que hiciste esas cosas. Lo entiendo, la mayor parte de mis días, pero hay veces en los que aparecés en medio de mi serie, irrumpiendo en la vida de mi heroína y en la mia. Tu recuerdo sigue aquí. Pero hoy, ese mensaje en facebook, me salvó de hundirme, de caer de nuevo. Me salvó de asaltar la heladera, escuchar musica depresiva y dormirme con la ventana abierta, esperando que cruces las rejas de mi balcón. No sos vos al que necesito. Necesito compañía, eso no significa que sea tuya.   Fue solo una leve asociación de su imagen, de su nombre, con tu imagen, con tu nombre. Es un error que mi cerebro suele cometer una vez cada tanto. No quiero estar encerrada, con un vaso de agua helada, escribiendo a las dos de la mañana. Necesito compañía, una voz que llene esta habitación, una risa que me haga reír, y alguna caricia que me haga sentir suave. Poder llamar a alguien, si alguna vez, me siento sola. Que alguien me llame, si alguna vez, se siente solo.

1 comentario: