17.12.11

Entonces, en un momento de debilidad, vuelvo a quererte. Cuando me olvido de tus silencios eternos, de la poca importancia que tengo en tu vida. Vuelvo a quererte, cuando tengo la pequeña sensación que te necesito, cuando hablar de vos con alguien, me hace extrañarte y extrañar los momentos en los que hablábamos. Odio mis silencios, y vuelvo a quererte por interrumpirlos. En mis momentos de debilidad, es cuando me acuerdo de las cosas lindas que dijiste, de las veces que me hiciste reír o sentir bien, cuando todo parecía espantoso, me acuerdo de tu apoyo, que solía ser incondicional. En mis momentos de debilidad, vuelvo a quererte y mi corazón, controla mi cerebro, y deja que este piense que te extraña. En mis momentos de debilidad, pierdo mi dignidad mandándote un estúpido mensaje de texto, con dos tristes y grandes palabras. Cuando no hay ninguna respuesta, es cuando me acuerdo, por qué decidí callarme, por qué desaparecí, por qué, deje de quererte. 

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