Tengo la necesidad de escribir, pero no sé sobre qué hacerlo. Hay tantas cosas que me marean, que parece imposible que sigan llegando más. Hay tantas cosas que me atormentan, que no puedo creer que siga habiendo lugar para otras. Pedía a gritos vacaciones, y ahora que estoy de vacaciones, necesito urgente volver a mi vida habitual, ahora mi cabeza tiene demasiado tiempo para pensar. Pretender que duermo, pero en realidad, dejar que mi cerebro divague tranquilo, con los ojos cerrados, para no distraerlo, pero aún así sin llegar a ninguna conclusión de nada. No sé que hacer, no sé que quiero. Hay algunas cosas que sé, pero hago todo lo contrario a lo que en realidad quiero. No sé en que momento me volví tan complicada, en que momento las cosas dejaron de ser suficientes para mi, porque al parecer nada me conforma, nada está bien. Mando el mismo mensaje a dos personas, y una contesta llenándome de alegría, pero el pensamiento de que la otra no lo hizo, me llena de amargura. No sé en que momento dejé que las sombras ganaran a la luz. Pero sé que aunque piense muchísimo, no llego a nada nuevo, sigo dandole vueltas a lo mismo, por decima quinta vez. De algo estoy segura: estoy empezando a odiar el tiempo libre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario