Dame tu espalda por las noches.
Es para abrazarte.
Dame todos tus sentidos.
Es para hacerlos ir en dirección contraria a la moral.
Dame todas tus miradas.
Es para guardarlas en mis ojos.
Dame todas tus noches.
Es para despertarte cada mañana.
Pero nunca dejes de fumar.
Es para perdernos entre sus nubes.
Y si lo haces,
que sea porque el aire lo estás tomando de mi boca.
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