I thought my eyes were drying up forever.

Pensaba que había perdido mi capacidad para llorar, completa y totalmente. Estaba convencida de que las palabras de Carrie Bradshaw eran verdad "Quizás se nos permite un determinado número de lágrimas por hombre tema y yo ya las había gastado todas". Había pasado semanas sin llorar, cuando mucho antes era algo habitual en mi llorar por cualquier cosa, cuando en los últimos meses parecía haber sido la actividad que mejor se me daba. Me había secado. No podía llorar, por nada ni por nadie. No lo lograba, ni con películas, ni canciones, ni asuntos personales. Nada me robaba una lágrima. Tengo que admitir que me gustaba. Me sentía fuerte, como si hubiera podido crecer y superar todo. A pesar de mi fuerzas, no era capaz de ver cada uno de esos videos de Céline Dion que salían. Yo, no era capaz de verlos, cuando antes hacía videollamadas hasta altas horas solo para ver si salía en televisión; yo, que veía todos sus videos, sin importar si era nuevo o viejo, sin importar la calidad o el idioma. No era capaz de verlos. No era capaz de ver, ni de escuchar, ni de leer nada relacionado con esta mujer, más que sus canciones. Decir que dejé sus canciones, sería una mentira terrible. Nunca pude hacerlo. 

Siempre consideré que Céline tenía un poder más grande que cualquiera. Me había enseñado a amar innumerables cosas, a creer en muchas otras, me había enseñado a soñar.Y tenía también el poder de hacerme reír y llorar, hasta al mismo tiempo. Espontáneamente, vi un video del nuevo show, y descubrí su dueto con ella misma. Sí, después de siete meses. Me sentía mal. Como si la hubiera abandonado, como si la hubiera traicionado. Suena tan estúpido, pero hay que entender, que sin saber de mi existencia, esta mujer marcó mi vida y me acompañó en cada momento en los últimos 5 años y 8 meses. Y yo la había abandonado, por motivos inútiles. Me sentí, literalmente, una basura. Y me di cuenta que en muchas formas, había malgastado los últimos meses de mi vida. Y para solucionar mi pecado capital, al llegar del colegio, puse a carga "Céline: 3 Boys and a new show". No había visto ni cinco minutos del video, cuando me di cuenta, que había estado ausente por demasiado tiempo y era hora de volver. Tenía la piel de gallina, y sonreía al monitor, acompañando cada imagen y cada palabra. Disfruté cada momento, era feliz. Pero cuando se paró frente al micrófono y comenzó a cantar las lágrimas se escapaban solas. Una tras otra. Ella había tenido el poder de quitarme las lágrimas, era ella quien me las estaba devolviendo. La vi llorar, y lo hice todavía más fuerte. Sentía que ella lo hacía conmigo, que una vez más, estaba acompañándome.

Había re descubierto mi amor por esta mujer. Había encontrado lo que me faltaba para estar completa.