Tengo el celular peligrosamente cerca. Lo acerco aún más y lo hago girar entre mis dedos. Estoy poniéndome a prueba, quiero ver que tan fuerte soy. Sé que tenés crédito, quiero ponerte a prueba a vos también, ver si contestás. Más te pienso, más te extraño. Desbloqueo el celular y entro a mensajes. Leo donde dice nuevo mensaje, y lo aprieto con determinación, aunque todavía no sé ni qué escribir. 'Memoria de mensajes llena. Sólo es posible recibir'. Ese maldito cartel, me salvó de perder mi dignidad con unas muy pocas palabras. Todo pasa por algo, dicen, quizás sea mejor que mi memoria esté llena, que no pueda escribirte y demostrarte cuánto me importás. Decidí no borrar mensajes, pensé que si mi celular no me dejara enviar más podría ser algo más que bueno. No perdí mi dignidad, sigo feliz. Llegó otro mensaje, llenando más la memoria. Sigo extrañándote.
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