Les paradis sont pleins de toi

Tiene esa capacidad de robarme una sonrisa, cuando todavía estoy medio dormida. Cualquier persona que me despierte por teléfono, corre el riesgo de ser víctima de unos de mis ataques de mal humor; pero solo con ver su nombre en la pantalla soy feliz. Su voz, me alegra saber que extrañaba escuchar la mía, tanto como yo extrañaba la suya. “No sé por qué te molesto, perdón. Necesitaba hablar con vos, mi vida es un desastre”. Creo que le tomó más tiempo del que yo esperaba, pero finalmente, me necesita, tanto como yo a él, y acude a mi cuando necesita paz. “Te llamo después”. Y me deja seguir durmiendo, con una sonrisa en el rostro, imaginándome entre sus brazos. Y a las horas estoy entre ellos. “Avisame si necesitás algo” fue mi último mensaje. Odiaba que sus cosas se complicaran, aunque fuera mejor para mi. “Podés venir? Eso necesito”. Era capaz de dejar cualquier cosa, por eso y así lo hice, asustándome a mi misma con la rapidez con la que me cambié y salí de casa. La imagen de bajar del taxi y verlo agachado sosteniendo al perro, iluminados por el sol, fue una de las cosas más lindas que vi. Su cara cuando le di su sorpresa, hizo que fuera el mejor regalo que hice en años. Sus ojos, amo la forma en la que sus ojos me miran; cuando hablamos, cuando hace algo y mira de soslayo si le estoy prestando atención; como me mira fijo cuando me besa. Aunque a pesar de nuestras mil discusiones de si sus ojos son verdes o celestes todavía no descubra de qué color son, sé que son los ojos que más amo en el mundo y que podría mirarme en ellos por el resto de mis días. Su voz, sus caricias, sus besos, su perfume. Y me descubro a mi misma abrazándolo por la espalda, mientras espero el taxi que me llevará a gimnasia; contestándole mensajes cada vez que otros hacen un ejercicio; llamándolo para desearle suerte antes que viajara. Me descubro a mi misma haciendo todas las cosas que nunca pensé que haría. El amor no hizo ninguna excepción conmigo, y arremetió contra mi persona con todas sus fuerzas. Si señoras y señores, soy una tonta enamorada más.