5.7.12


Te extraño y llevo menos de veinticuatro horas sin verte, menos de quince minutos sin hablarte. Me sorprendo con lo rápido que pasa el tiempo, ya no me acuerdo como era no amarte. Me acostumbré a que estés presente, a que me acompañes en todo lo que hago. Me acostumbré a tus besos, tus caricias. la forma en la que tus ojos me miran y a tu voz murmurando en mi oído. Me acostumbré a nuestras llamadas nocturnas, sos la única persona con la que hablo por teléfono por tanto tiempo. Me acostumbré a tus sorpresas dulces y todos los kilos de más que me causaste. Me acostumbré tanto que no me imagino sin vos; sin todas esas cosas que me hicieron necesitarte más que al aire, quererte más que al sol. No me imagino sin vos, pero te vas en 15 días. Tiemblo de solo escribirlo, y entiendo que nunca me asustó tanto perder a alguien como lo hace la idea de perderte a vos. Me alegra, en cierta forma lo hace, porque sé que es algo que vos querés, algo que a vos te hace feliz; a pesar de que me está consumiendo por dentro. Ahí entendí cuanto te amo, lo importante que sos para mí. A veces es mejor dejar ir, solo espero que no me olvides.

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