3.11.12

Time can heal your heart again.

El piso frío de la habitación golpeaba cada centímetro de su cuerpo, porque la cama resultaba demasiado acogedora. Sabía que estar en el piso en pleno invierno no era algo lógico, mucho menos saludable; pero no tenía fuerza como para levantarse. No tenía fuerzas ni para dejar de llorar; cada vez que intentaba hacerlo, juntaba más sus rodillas con su pecho, porque el esfuerzo era demasiado agotador. Acabar con todo resultaba demasiado tentador, ya no le quedaban sueños por los cuales luchar.
 Lo que parece el fin del mundo en algún momento, con el correr del tiempo,se convierte simplemente en otra de las pruebas que nos pone la vida. Y volvés a construir tu castillo de sueños y a luchar por ellos. Volvés a sentirte vos mismo y cuando menos te lo esperás, te das cuenta que estás planeando nuevamente todas esas cosas que dijiste que no volverías a planear. Y te sorprendés al ver como el entusiasmo se apodera de vos, por algo que pensaste nunca más volvería a entusiasmarte. Y sumado a la esperanza, te encontrás soñando despierto nuevamente y sos feliz por eso. Porque el tiempo te devolvió los sueños, y con eso volviste a ser vos mismo; ese vos que creías que no volvería después del "fin del mundo". Y ponés todas tus fuerzas y energías, para que esta vez, tus sueños se cumplan y no se derrumben. Soñás, incluso, con más convicción con la que lo hacías antes. Porque no hay herida, por más grande que sea, que el tiempo no pueda curar.

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